Aunque el camarero me recomendó probar el Mousse de Chinola, no podía dejar de probar el famoso helado frito al estilo tempura y flameado. Si eres de los que se atreven y prefieren un postre no tan dulce, este postre te va a gustar, realmente tiene un juego de temperaturas y texturas muy interesante y mientras se va derritiendo, se va uniendo al licor que va quedando de fondo en la copa en que lo sirven.