Tuve ese momento en el que iba tanto a Shibuya que yo mismo me di un stop, porque ya estaba bueno.
La cosa es que después de un tiempo de dejarlo respirar, volví a cenar ayer y probé este plato que me encantó, creo que ya lo había probado no sé, pero enganché. Batayaki Shibuya: mariscos a la plancha, vainas chatas, mantequilla, japonesa, curry y coco. Pídanlo con un arroz blanco. ¡Mortal!