Ya les había recomendado hace un tiempo este lugar, pero para los que aún no lo tienen en su lista, no dejen fuera a este restaurante que con un horno de leña napolitano y una parrilla de carbón son las armas con las que cuenta Roostiq para seducirte.
Además, ellos crían sus pollos y cerdos en su propia finca como también sus verduras.
¿Imperdibles?
Los torreznos, que después de ahumados se cocinan al horno a alta temperatura y se cortan en lascas finas. Un bocao adictivo y suculento, de corteza crujiente e interior jugoso, que la casa sugiere tomar con champán a modo de complemento.
Roostiq
C/ Augusto Figueroa 47
28004 Madrid.